El olor putrefacto de algo me despierta...
La resaca de la adrenalina me consume...
La puerta del refrigerador abierta...
Pies en el suelo, frío como el hielo,
me corre un escalofrió aterrador,
no recuerdo como llegue a esto,
no recuerdo ni si quiera ese olor.
La luz del enfriador titila erráticamente,
debí haber comprado uno nuevo,
un bostezo fuerte me nubla la mente,
abro un poco mas la puerta suavemente...
Caigo sentado de la impresión,
debí tomar el medicamento,
debí alejarme de la gente,
debí escuchar a los doctores,
debí alejarme de esa niña...